sábado, 4 de abril de 2015

Reflexiones de Francisco en 1er. semana de abril de 2015(*)

“No se puede vivir la Pascua sin entrar en el misterio. No es un hecho intelectual, no es sólo conocer, leer... Es más, es mucho más. «Entrar en el misterio» significa capacidad de asombro, de contemplación; capacidad de escuchar el silencio y sentir el susurro de ese hilo de silencio sonoro en el que Dios nos habla. Entrar en el misterio nos exige no tener miedo de la realidad: no cerrarse en sí mismos, no huir ante lo que no entendemos, no cerrar los ojos frente a los problemas, no negarlos, no eliminar los interrogantes... Entrar en el misterio significa ir más allá́ de las cómodas certezas, más allá́ de la pereza y la indiferencia que nos frenan, y ponerse en busca de la verdad, la belleza y el amor, buscar un sentido no ya descontado, una respuesta no trivial a las cuestiones que ponen en crisis nuestra fe, nuestra fidelidad y nuestra razón. Para entrar en el misterio se necesita humildad, la humildad de abajarse, de apearse del pedestal de nuestro yo, tan orgulloso, de nuestra presunción; la humildad para redimensionar la propia estima, reconociendo lo que realmente somos: criaturas con virtudes y defectos, pecadores necesitados de perdón. Para entrar en el misterio hace falta este abajamiento, que es impotencia, vaciándonos de las propias idolatrías... adoración. Sin adorar no se puede entrar en el misterio. Todo esto nos enseñan las mujeres discípulas de Jesús. Velaron aquella noche, junto la Madre. Y ella, la Virgen Madre, las ayudó a no perder la fe y la esperanza”. 4/4/2015. Vigilia Pascual. Zenit.
 “La imagen más honda y misteriosa de cómo trata el Señor nuestro cansancio pastoral es la escena del lavatorio de los pies. Me gusta contemplarla como el lavatorio del seguimiento. El Señor purifica el seguimiento mismo, él se «involucra» con nosotros, se encarga en persona de limpiar toda mancha, ese mundano smog untuoso que se nos pegó en el camino que hemos hecho en su nombre. Sabemos que en los pies se puede ver cómo anda todo nuestro cuerpo. En el modo de seguir al Señor se expresa cómo anda nuestro corazón. Las llagas de los pies, las torceduras y el cansancio son signo de cómo lo hemos seguido, por qué caminos nos metimos buscando a sus ovejas perdidas, tratando de llevar el rebaño a las verdes praderas y a las fuentes tranquilas. El Señor nos lava y purifica de todo lo que se ha acumulado en nuestros pies por seguirlo. Eso es sagrado. No permite que quede manchado. Así como las heridas de guerra él las besa, la suciedad del trabajo él la lava. El seguimiento de Jesús es lavado por el mismo Señor para que nos sintamos con derecho a estar «alegres», «plenos», «sin temores ni culpas» y nos animemos así a salir e ir «hasta los confines del mundo, a todas las periferias», a llevar esta buena noticia a los más abandonados, sabiendo que él está con nosotros, todos los días, hasta el fin del mundo. Y sepamos aprender a estar cansados, ¡pero bien cansados!”. 2/4/2015. Santa Misa Crismal. NewsVa.

“En la gran Vigilia de Pascua, ''celebramos a Cristo resucitado centro y fin del cosmos y de la historia; velamos, llenos de esperanza, esperando su regreso, cuando la Pascua se manifestará plenamente...A veces la oscuridad de la noche parece penetrar el alma; A veces pensamos que, "ya no hay nada que hacer", y el corazón no encuentra la fuerza para amar... Pero en esa oscuridad Cristo enciende el fuego del amor de Dios: un resplandor rompe las tinieblas y anuncia un comienzo. La piedra del dolor se remueve, dejando espacio a la esperanza. ¡Este es el gran misterio de la Pascua! En esta noche santa, la Iglesia nos entrega la luz del Resucitado, para que no tengamos el pesar de aquellos que dicen "ya no…", sino la esperanza de los que están abiertos a un presente lleno de futuro: Cristo ha vencido a la muerte, y nosotros con Él. ¡Nuestra vida no termina ante la piedra de un sepulcro!''. ''En estos días del Triduo Sacro no nos limitemos a conmemorar la pasión del Señor: entremos en el misterio, hagamos nuestros sus sentimientos, sus pensamientos, como nos invita a hacer el apóstol Pablo: ''Sintiendo lo mismo que Jesús''. Entonces la nuestra será una "Feliz Pascua". 1/4/2015. Audiencia General: Triduo Pascual. NewsVa.

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