lunes, 1 de agosto de 2016

Síntesis de Reflexiones de Francisco en Polonia para la JMJ

27/7/2016. Con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. Zenit.
“El pueblo polaco se caracteriza por la memoria. Siempre me ha impresionado el agudo sentido de la historia del Papa Juan Pablo II. Cuando hablaba de los pueblos, partía de su historia para resaltar sus tesoros de humanidad y espiritualidad. La conciencia de identidad, libre de complejos de superioridad, es esencial para organizar una comunidad nacional basada en su patrimonio humano, social, político, económico y religioso, para inspirar a la sociedad y la cultura, manteniéndolas fiel a la tradición y, al mismo tiempo, abiertas a la renovación y al futuro. En esta perspectiva, han celebrado recientemente el 1050 aniversario del Bautismo de Polonia. Ha sido ciertamente un momento intenso de unidad nacional, confirmando cómo la concordia, aun en la diversidad de opiniones, es el camino seguro para lograr el bien común de todo el pueblo polaco”. A la luz de su historia milenaria, invito a la nación polaca a mirar con esperanza hacia el futuro y a las cuestiones que ha de afrontar. Esta actitud favorece un clima de respeto entre todos los componentes de la sociedad, y un diálogo constructivo entre las diferentes posiciones”.
27/7/2016. Conexión audiovisual con Jóvenes italianos en la JMJ. RV.
¿Cómo vencer el miedo y continuar? “Al final, la partida es así: o tú vences o te vence, ¡la vida! ¡Vence tú la vida, es mejor! Y esto hazlo con valentía, también con dolor. Y cuando haya alegría, hazlo con alegría, porque la alegría te saca adelante y te salva de una enfermedad horrible: la de convertirte en neurótica. ¡Por favor, no, esto no!”.
¿Cómo hago para perdonar la crueldad?  “La crueldad es un comportamiento humano que está en la base de todas las guerras. Hay una palabra en italiano que yo no conocía: “extracomunitari”. Pero esta crueldad es lo que  hace que  tú, que eres de otro país, te conviertas en un “extra-comunitario”: te echan de la comunidad, no te acogen. Es algo  contra lo que debemos luchar tanto. Pero hace falta luchar contra el terrorismo de la lengua, contra este terrorismo de la maledicencia, de los insultos, de expulsar a la gente con insultos o diciéndoles cosas que les hacen daño en el corazón. ¿Se puede perdonar totalmente? Es una gracia que debemos pedir al Señor”
¿Cómo vivir y difundir la paz en este mundo tan lleno de odio? “En la vida tienes que elegir: o construyes puentes o construyes muros. Los muros  dividen y el odio crece: cuando hay división, el odio crece. Los puentes unen, y cuando hay puentes el odio se va  porque puedo escuchar al otro, hablar con el  otro. Me gusta pensar y decir que tenemos  en nuestras manos, en la posibilidad  de cada día, la capacidad de hacer un puente humano”. 
28/7/2016. Misa en Santuario de Częstochowa. RV.
“Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto. Ante todo, Dios se hace pequeño. El Señor, prefiere a los pequeños; estos son grandes ante sus ojos, y a ellos dirige su mirada.  Los prefiere porque se oponen a la «soberbia de la vida», Los pequeños hablan su mismo idioma: el amor humilde que hace libres. Por eso llama a personas sencillas y disponibles para ser sus portavoces, y les confía la revelación de su nombre y los secretos de su corazón. Aquí reunidos, volvemos los ojos a ella. En María encontramos la plena correlación con el Señor: al hilo divino se entrelaza así en la historia un «hilo mariano». Si hay alguna gloria humana, algún mérito nuestro en la plenitud del tiempo, es ella: es ella ese espacio, preservado del mal, en el cual Dios se ha reflejado; es ella la escala que Dios ha recorrido para bajar hasta nosotros y hacerse cercano y concreto; es ella el signo más claro de la plenitud de los tiempos”.
28/7/2016. Encuentro con los Jóvenes de la JMJ en Parque Jordán Cracovia. RV.
San Juan Pablo II desde el cielo nos está acompañando viendo a tantos jóvenes pertenecientes a pueblos, culturas, lenguas tan diferentes con un sólo motivo: celebrar a Jesús, que está vivo en medio de nosotros. ¿Lo han entendido? Celebrar a Jesús, que está vivo en medio de nosotros. Y decir que está vivo es querer renovar nuestras ganas de seguirlo, nuestras ganas de vivir con pasión el seguimiento de Jesús. ¡Qué mejor oportunidad para renovar la amistad con Jesús que afianzando la amistad entre ustedes! ¡Qué mejor manera de vivir la alegría del Evangelio que queriendo «contagiar» su Buena Noticia en tantas situaciones dolorosas y difíciles!
“No hay nada más hermoso que contemplar las ganas, la entrega, la pasión y la energía con que muchos jóvenes viven la vida. Esto es hermoso, y, ¿de dónde viene esta belleza? Cuando Jesús toca el corazón de un joven, de una joven, este es capaz de actos verdaderamente grandiosos. Es estimulante escucharlos, compartir sus sueños, sus interrogantes y sus ganas de rebelarse contra todos aquellos que dicen que las cosas no pueden cambiar. Esos a los que yo llamo los «quietistas»: «Nada puede cambiar». No, los jóvenes tienen la fuerza de oponerse a estos. Pero, posiblemente, algunos no están seguros de esto… Yo les hago una pregunta, ustedes me respondan: –«Las cosas, ¿se pueden cambiar?» –«Sí» [responden los jóvenes]. –«No se oye», –«Sí» [repiten]. Es un regalo del cielo poder verlos a muchos de ustedes que, con sus cuestionamientos, buscan hacer que las cosas sean diferentes”. 
“Conociendo la pasión que ustedes le ponen a la misión, me animo a repetir: la misericordia siempre tiene rostro joven. Porque un corazón misericordioso se anima a salir de su comodidad; un corazón misericordioso sabe ir al encuentro de los demás, logra abrazar a todos. Un corazón misericordioso sabe ser refugio para los que nunca tuvieron casa o la han perdido, sabe construir hogar y familia para aquellos que han tenido que emigrar, sabe de ternura y compasión. Un corazón misericordioso, sabe compartir el pan con el que tiene hambre, un corazón misericordioso se abre para recibir al prófugo y al emigrante. Decir misericordia junto a ustedes, es decir oportunidad, es decir mañana, es decir compromiso, es decir confianza, es decir apertura, hospitalidad, compasión, es decir sueños”.
“Yo estoy seguro de que hoy, entre ustedes, no hay ninguno de esos, pero quiero decirles: Existen los jóvenes jubilados, jóvenes que tiran la toalla antes del partido, hay jóvenes que entran en el vértigo con las falsas ilusiones y terminan en la nada. Por eso, queridos amigos, nos hemos reunidos para ayudarnos unos a otros porque no queremos dejarnos robar lo mejor de nosotros mismos, no queremos permitir que nos roben las energías, que nos roben la alegría, que nos roben los sueños, con falsas ilusiones”.
“Entonces, todos juntos, le pedimos al Señor: Señor lánzanos a la aventura de la misericordia. Lánzanos a la aventura de construir puentes y derribar muros (cercos y alambradas), lánzanos a la aventura de socorrer al pobre, al que se siente solo y abandonado, al que ya no le encuentra sentido a su vida. Lánzanos a acompañar a aquellos que no te conocen y a decirles lentamente y con mucho respeto tu Nombre, el porqué de mi fe. Impúlsanos a la escucha, como María de Betania, de quienes no comprendemos, de los que vienen de otras culturas, otros pueblos, incluso de aquellos a los que tememos porque creemos que pueden hacernos daño. Haznos volver nuestro rostro, como María de Nazareth con Isabel, que volvamos nuestras miradas a nuestros ancianos, a nuestros abuelos, para aprender de su sabiduría”.
29/7/2016. Vía Crucis con los Jóvenes. RV.
“¿Dónde está Dios? ¿Dónde está Dios, si en el mundo existe el mal, si hay gente que pasa hambre o sed, que no tienen hogar, que huyen, que buscan refugio? ¿Dónde está Dios cuando las personas inocentes mueren a causa de la violencia, el terrorismo, las guerras? ¿Dónde está Dios, cuando enfermedades terribles rompen los lazos de la vida y el afecto? ¿O cuando los niños son explotados, humillados, y también sufren graves patologías? ¿Dónde está Dios, ante la inquietud de los que dudan y de los que tienen el alma afligida? Hay preguntas para las cuales no hay respuesta humana. Sólo podemos mirar a Jesús, y preguntarle a él. Y la respuesta de Jesús es esta: «Dios está en ellos», Jesús está en ellos, sufre en ellos, profundamente identificado con cada uno. Él está tan unido a ellos, que forma casi como un solo cuerpo”.
“En esta tarde, queridos jóvenes, el Señor os invita de nuevo a que seáis protagonistas de vuestro servicio; quiere hacer de vosotros una respuesta concreta a las necesidades y sufrimientos de la humanidad; quiere que seáis un signo de su amor misericordioso para nuestra época”.
30/7/2016. Misa en Campus de Misericordia. RV.
“Jesús mira nuestro corazón, el tuyo, el mío. Con esta mirada de Jesús, podéis hacer surgir una humanidad diferente, sin esperar a que os digan «qué buenos sois», sino buscando el bien por sí mismo, felices de conservar el corazón limpio y de luchar pacíficamente por la honestidad y la justicia. No os detengáis en la superficie de las cosas y desconfiad de las liturgias mundanas de la apariencia, del maquillaje del alma para aparentar mejores. Por el contrario, instalad bien la conexión más estable, la de un corazón que ve y transmite incansablemente el bien. Y esa alegría que habéis recibido gratis de Dios, por favor, dadla gratis, porque son muchos los que la esperan. Y la esperan de vosotros”.
30/7/2016. Misa con Sacerdotes y Religiosas. RV.
“¿Cómo no sentir aquí el eco de la gran exhortación de san Juan Pablo II: ¡Abrid las puertas!? No obstante, en nuestra vida como sacerdotes y personas consagradas, se puede tener con frecuencia la tentación de quedarse un poco encerrados, por miedo o por comodidad, en nosotros mismos y en nuestros ámbitos. Pero la dirección que Jesús indica es de sentido único: salir de nosotros mismos. Es un viaje sin billete de vuelta. Se trata de emprender un éxodo de nuestro yo, de perder la vida por él, siguiendo el camino de la entrega de sí mismo. Por otro lado, a Jesús no le gustan los recorridos a mitad, las puertas entreabiertas, las vidas de doble vía. Pide ponerse en camino ligeros, salir renunciando a las propias seguridades, anclados únicamente en él”. ¿Qué es lo que nos pide Jesús? Quiere corazones verdaderamente consagrados, que viven del perdón que han recibido de él, para derramarlo con compasión sobre los hermanos. Jesús busca corazones abiertos y tiernos con los débiles, nunca duros; corazones dóciles y transparentes, que no disimulen ante los que tienen la misión en la Iglesia de orientar en el camino. 

30/7/2016. Basílica de San Francisco en Cracovia. RV.

Oración por la paz y por el fin de la violencia y el terrorismo
Dios omnipotente y misericordioso, Señor del Universo y de la historia humana. Todo lo que has creado es bueno, y tu compasión por el hombre, que te abandona una y otra vez, es inagotable.
Venimos hoy a implorarte que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando de él el destructivo oleaje del terrorismo, restaurando la amistad y derramando en los corazones de tus criaturas el don de la confianza y la prontitud para perdonar.
Dador de la vida, te pedimos también por todos los que han muerto, víctimas de los brutales ataques terroristas. Concédeles la recompensa y la alegría eternas. Que intercedan por el mundo, sacudido por la angustia y desgracias.
Jesús, Príncipe de la Paz, te rogamos por los heridos en los ataques terroristas: los niños y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los ancianos, las personas inocentes y los que han sido agredidos por casualidad. Sana su cuerpo y el corazón, que se sientan fortalecidos por tu consuelo, aleja de ellos el odio y el deseo de la venganza.
Santo Espíritu Consolador, visita a las familias que lloran la pérdida de sus familiares, víctimas inocentes de la violencia y el terrorismo. Cúbreles con el manto de tu divina misericordia. Que encuentren en Ti la fuerza y el valor para continuar siendo hermanos y hermanas de los demás, especialmente de los extranjeros y los inmigrantes, testimoniando con su vida tu amor.
Mueve los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social.
Dios, Eterno Padre, escucha compasivo esta oración que se eleva hacia Ti entre el estruendo y la desesperación del mundo. Llenos de confianza en tu infinita Misericordia, confiando en la intercesión de tu Santísima Madre, fortalecidos con el ejemplo de los beatos mártires de Perú, Zbigniewa y Michała, que has convertido en valientes testigos del Evangelio hasta derramar su sangre, nos dirigimos a Ti con gran esperanza, suplicando el don de la paz y pidiendo que alejes de nosotros el látigo del terrorismo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

30/7/2016.  Vigilia de oración con los jóvenes en el Campus Misericordiae. RV.

“Queridos jóvenes, no vinimos a este mundo a «vegetar», a pasarla cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca; al contrario, hemos venido a otra cosa, a dejar una huella. Es muy triste pasar por la vida sin dejar una huella. Pero cuando optamos por la comodidad, por confundir felicidad con consumir, entonces el precio que pagamos es muy, pero que muy caro: perdemos la libertad. No somos libres de dejar una huella. Perdemos la libertad. Este es el precio. Y hay mucha gente que quiere que los jóvenes no sean libres; tanta gente que no os quiere bien, que os quiere atontados, embobados, adormecidos, pero nunca libres. No, ¡esto no! Debemos defender nuestra libertad”.
“Amigos, Jesús es el Señor del riesgo, es el Señor del siempre «más allá». Jesús no es el Señor del confort, de la seguridad y de la comodidad. Para seguir a Jesús, hay que tener una cuota de valentía, hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados, por caminos que abran nuevos horizontes, capaces de contagiar alegría, esa alegría que nace del amor de Dios, la alegría que deja en tu corazón cada gesto, cada actitud de misericordia. Ir por los caminos siguiendo la «locura» de nuestro Dios que nos enseña a encontrarlo en el hambriento, en el sediento, en el desnudo, en el enfermo, en el amigo caído en desgracia, en el que está preso, en el prófugo y el emigrante, en el vecino que está solo. Ir por los caminos de nuestro Dios que nos invita a ser actores políticos, pensadores, movilizadores sociales. Que nos incita a pensar en una economía más solidaria que esta. En todos los ámbitos en los que nos encontremos, ese amor de Dios nos invita llevar la Buena Nueva, haciendo de la propia vida una entrega a él y a los demás. Esto significa ser valerosos, esto significa ser libres”.
“Hoy Jesús, que es el camino, te llama a ti, a ti, a ti [señala a cada uno] a dejar tu huella en la historia. Él, que es la vida, te invita a dejar una huella que llene de vida tu historia y la de tantos otros. Él, que es la verdad, te invita a abandonar los caminos del desencuentro, la división y el sinsentido. ¿Te animas? [«Sí»]. ¿Qué responden tus manos y tus pies al Señor, que es camino, verdad y vida? ¿Estás dispuesto? [«Sí»]. Que el Señor bendiga vuestros sueños. Gracias”.
31/7/2016. Con los voluntarios de la JMJ. RV.

“¿Quieren ser esperanza para el futuro o no?" “La primera condición es tener memoria, preguntarme de dónde vengo, memoria de mi pueblo, de mi familia, memoria de toda mi historia”  “Un joven desmemoriado no es esperanza para el futuro!  “Hablá con tus padres, con tus mayores, pero sobre todo, con tus abuelos”. “Recibí la antorcha de tu abuelo y de tu abuela”. ¿Me prometen que para preparar la JMJ de Panamá van a hablar con los abuelos? ¡Sí! "Si para el futuro soy esperanza y del pasado tengo memoria, me queda el presente… ¿qué tengo que hacer en el presente?: “¡Tener coraje! ¡Ser valiente! ¡No asustarse!” “Hay un compañero nuestro a quien el cáncer le ganó”. “Ese joven ya no está acá pero ese joven sembró esperanza para el futuro”. “Si tienen memoria y si tienen coraje, van a ser la esperanza del futuro. ¿Esta clarito todo?” 

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