“Nosotros somos el
terreno donde el Señor echa incansablemente la semilla de su Palabra y de su
Amor. ¿Con qué disposición la acogemos? Y podemos preguntarnos: ¿Cómo esta
nuestro corazón? ¿A qué terreno se parece: a un camino, a un pedregal, a unas
zarzas? Depende de nosotros convertirnos en terreno bueno sin espinas ni
piedras, pero formado y cultivado con cuidado, para que pueda dar buenos frutos
para nosotros y para nuestros hermanos. Y nos hará bien no olvidarnos que
también nosotros somos sembradores, Dios siembra semillas buenas, y también
aquí podemos preguntarnos: ¿qué tipo de semilla salen de nuestro corazón y de
nuestra boca? Nuestras palabras pueden hacer tanto bien, así como tanto mal, pueden
sanar y pueden herir, pueden animar y pueden deprimir, recuerden: aquello que
cuenta nos es los que entra, sino lo que sale de la boca y del corazón. La
Virgen nos enseñe con su ejemplo a cuidar y hacerla fecunda en nosotros y en
los demás”. 13/7/2014. Ángelus. RV.
''Creo que este sea
el momento más fuerte del reduccionismo antropológico. Al hombre le pasa lo
mismo que al vino cuando se vuelve aguardiente: pasa por un alambique
organizativo. Ya no es vino, es algo distinto: quizás más útil, con más calidad,
pero no es vino. Para el hombre es lo mismo: pasa por este alambique y acaba -
y lo digo en serio- por perder la humanidad y convertirse en una herramienta
del sistema: sistema social, económico, un sistema gobernado por el
desequilibrio. Cuando el hombre pierde su humanidad ¿qué nos espera? Pasa lo
que yo llamo en lenguaje común una política, una sociología, una actitud del
''descarte''. Se descarta lo que no sirve porque el ser humano no está en el
centro. Y cuando el hombre no está en el centro, hay algo que sí lo está y el
hombre está a su servicio. La idea es, entonces, la de salvar al hombre, en el
sentido de que vuelva al centro: al centro de la sociedad, al centro de los
pensamientos, al centro de la reflexión. Se descartan los niños; se descartan
los ancianos porque no sirven. ¿Y entonces? Se descarta toda una generación de
jóvenes y esto es gravísimo. He visto una cifra: 75 millones de jóvenes,
menores de 25 años, sin trabajo. Los jóvenes 'ni-ni': ni estudian. Ni trabajan.
No estudian porque no tienen posibilidad y no trabajan porque no hay trabajo.
¡Es otro descarte! ¿Cuál será el próximo? Detengámonos a tiempo ¡por favor!''. 13/7/2014. Almuerzo con participantes seminario. RV.
“Señor: ¡ayúdanos Tú!
¡Dónanos Tú la paz, enséñanos Tú la paz, guíanos Tú hacia la paz! Abre nuestros
ojos y nuestros corazones y dónanos el coraje de decir: “¡nunca más la
guerra!”; “¡con la guerra todo está destruido!”. Infunde en nosotros el coraje
de cumplir gestos concretos para construir la paz. Haznos disponibles para
escuchar el grito de nuestros ciudadanos que nos piden que transformemos
nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros miedos en confianza y nuestras
tensiones en perdón”. 13/7/2014. Ángelus.
RV.
“Muchas personas
obligadas a emigrar sufren y a menudo, mueren trágicamente; muchos de sus
derechos son violados, son obligados a separarse de sus familias y
lamentablemente continúan siendo objeto de actitudes racistas y xenófobas. Es necesario un cambio de actitud hacia los migrantes y
refugiados por parte de todos. Pasar de una actitud de defensa y de miedo, de
desinterés o de marginación que, al final, corresponde precisamente a la
cultura del descarte, a una actitud que tenga a la base la cultura del
encuentro, la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno, un mundo
mejor”. 16/7/2014.
Mje.Coloquio México Sta. Sede. VIS
(*)
Extracto textual, de Homilías, mensajes y reflexiones del Papa Francisco,
durante la 3er. semana de julio de 2014. Síntesis propia, para su difusión en
Parroquias, Escuelas e Instituciones diversas. Verlo en: https://www.facebook.com/catedrafrancisco y en http://nueva-realidad.blogspot.com.ar/