lunes, 13 de julio de 2015

Francisco en Ecuador, Bolivia y Paraguay -2da. semana de julio de 2015-

Síntesis de Reflexiones de Francisco en Ecuador, Bolivia y Paraguay


“María, Ella nos enseña a dejar nuestras familias en manos de Dios; nos enseña a rezar, encendiendo la esperanza que nos indica que nuestras preocupaciones son también preocupaciones de Dios. Y rezar siempre nos saca del perímetro de nuestros desvelos, nos hace trascender lo que nos duele, lo que nos agita o lo que nos falta a nosotros mismos y nos ayuda a ponernos en la piel de los otros, a ponernos en sus zapatos. La familia es una escuela donde la oración también nos recuerda que hay un nosotros, que hay un prójimo cercano, patente: que vive bajo el mismo techo, que comparte la vida y está necesitado''. En el seno de la familia, nadie es descartado; todos valen lo mismo. En la familia se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir “gracias” como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad, y allí se aprende también a pedir perdón cuando hacemos algún daño, cuando nos peleamos. La familia es el hospital más cercano, cuando uno está enfermo lo cuidan ahí, mientras se puede. La familia es la primera escuela de los niños, es el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, es el mejor asilo para los ancianos. La familia constituye la gran ''riqueza social'', que otras instituciones no pueden sustituir. Y en la familia -de esto todos somos testigos- los milagros se hacen con lo que hay, con lo que somos, con lo que uno tiene a mano…” 7/7/2015. Misa en el Santuario de la Divina Misericordia de Guayaquil. VIS.
''Y qué lindo sería que todos pudieran admirar cómo nos cuidamos unos a otros. Cómo mutuamente nos damos aliento y cómo nos acompañamos. El don de sí es el que establece la relación interpersonal que no se genera dando ''cosas'', sino dándose a sí mismo. En cualquier donación se ofrece la propia persona. ''Darse'', darse, significa dejar actuar en sí mismo toda la potencia del amor que es Espíritu de Dios y así dar paso a su fuerza creadora. Y darse aún en los momentos más difíciles como aquel Jueves Santo de Jesús donde Él sabía cómo se tejían las traiciones y las intrigas pero se dio y se dio, se dio a nosotros mismos con su proyecto de salvación. Donándose el hombre vuelve a encontrarse a sí mismo con su verdadera identidad de hijo de Dios, semejante al Padre y, como él, dador de vida, hermano de Jesús, del cual da testimonio. Eso es evangelizar, ésa es nuestra revolución –porque nuestra fe siempre es revolucionaria–, ése es nuestro más profundo y constante grito''. 8/7/2015. Misa por la Evangelización de los Pueblos. Quito. VIS.
‘‘Existe una relación entre nuestra vida y la de nuestra madre la tierra. Entre nuestra existencia y el don que Dios nos dio. El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podemos afrontar adecuadamente la degradación humana y social si no prestamos atención a las causas que tiene que ver con la degradación humana y social. Pero así como decimos se ''degradan'', de la misma manera podemos decir, ''se sostienen y se pueden transfigurar''. Es una relación que guarda una posibilidad, tanto de apertura, de transformación, de vida como de destrucción y de muerte. Hay algo que es claro, no podemos seguir dándole la espalda a nuestra realidad, a nuestros hermanos, a nuestra madre la tierra. No nos es lícito ignorar lo que está sucediendo a nuestro alrededor como si determinadas situaciones no existiesen o no tuvieran nada que ver con nuestra realidad. No nos es lícito, más aún no es humano entrar en el juego de la cultura del descarte. Una y otra vez, sigue con fuerza esa pregunta de Dios a Caín: ''¿Dónde está tu hermano?''. Yo me pregunto si nuestra respuesta seguirá siendo: ''¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?'' . Un pobre que muere de frío y de hambre hoy no es noticia, pero si las bolsas de las principales capitales del mundo bajan dos o tres puntos se arma el gran escándalo mundial. Yo me pregunto: ¿dónde está tu hermano? Y les pido que se hagan otra vez, cada uno, esa pregunta, y la hagan a la universidad. A vos Universidad católica, ¿dónde está tu hermano?''. 8/7/2015. En la Universidad Católica de Ecuador. VIS.

“… hay que tomar conciencia. Ecología integral supone ecología de la madre tierra, cuidar la madre tierra; ecología humana, cuidarnos entre nosotros; y ecología social. Como todo está relacionado, nos necesitamos unos a otros. Si la política se deja dominar por la especulación financiera o la economía se rige únicamente por el paradigma tecnocrático y utilitarista de la máxima producción, no podrán ni siquiera comprender, y menos aún resolver, los grandes problemas que afectan a la humanidad. Es necesaria también la cultura, de la que forma parte no solo el desarrollo de la capacidad intelectual del ser humano en las ciencias y de la capacidad de generar belleza en las artes, sino también las tradiciones populares locales, eso también es cultura, con su particular sensibilidad al medio de donde han surgido y del que han salido y el medio que le da sentido. Se requiere de igual forma una educación ética y moral, que cultive actitudes de solidaridad y corresponsabilidad entre las personas. Pero debemos estar alerta pues muy fácilmente nos habituamos al ambiente de inequidad que nos rodea, que nos volvemos insensibles a sus manifestaciones. Y así confundimos sin darnos cuenta el «bien común» con el «bien-estar», y ahí se va resbalando de a poquito y el ideal del bien común, como que se va perdiendo y termina en el bienestar, sobre todo cuando somos nosotros los que lo disfrutamos y no los otros”. 8/7/2015. A las autoridades civiles de Bolivia. RV.
“Pasar sin escuchar el dolor de nuestra gente, sin enraizarnos en sus vidas, en su tierra, es como escuchar la Palabra de Dios sin dejar que eche raíces en nuestro interior y sea fecunda. Una planta, una historia sin raíces, es una vida seca. Reír con los que ríen, llorar con los que lloran, he ahí, parte del misterio del corazón sacerdotal. Y del corazón consagrado. A veces hay castas que nosotros con esta actitud vamos haciendo y nos separamos. No te olvides nunca, no te la creas, no niegues tus raíces, no niegues esa cultura que aprendiste de tu gente porque ahora tenés una cultura más sofisticada, más importante. Hay sacerdotes que les da vergüenza hablar su lengua originaria y entonces se olvidan de su Quichua, de su Aymara, de su Guaraní porque no, no, ahora hablo en fino, la gracia de no perder la memoria del pueblo fiel y es una gracia ¿eh? No existe una compasión que no se detenga, si no te detienes, no padeces con, no tienes la divina compasión. No existe una compasión que no escuche, no existe una compasión que no se solidarice con el otro. La compasión no es zapping, no es silenciar el dolor, por el contrario, es la lógica propia del amor, el padecer con. Es la lógica que no se centra en el miedo sino en la libertad que nace de amar y pone el bien del otro por sobre todas las cosas. Es la lógica que nace de no tener miedo de acercarse al dolor de nuestra gente. Aunque muchas veces no sea más que para estar a su lado y hacer de ese momento una oportunidad de oración. No somos testigos de una ideología, no somos testigos de una receta, de una manera de hacer teología. No somos testigos de eso, somos testigos del amor sanador y misericordioso de Jesús. Somos testigos de su actuar en la vida de nuestras comunidades. Esta es la pedagogía del Maestro, esta es la pedagogía de Dios con su Pueblo”. 9/7/2015. Discurso a los sacerdotes, religiosos y seminaristas. Santa Cruz. ACIPRENSA.
“Primero de todo. Empecemos reconociendo que necesitamos un cambio. Quiero aclarar, para que no haya malos entendidos, que hablo de los problemas comunes de todos los latinoamericanos y, en general, también de toda la humanidad. Problemas que tienen una matriz global y que hoy ningún Estado puede resolver por sí mismo. Hecha esta aclaración, propongo que nos hagamos estas preguntas: - ¿Reconocemos, en serio, que las cosas no andan bien en un mundo donde hay tantos campesinos sin tierra, tantas familias sin techo, tantos trabajadores sin derechos, tantas personas heridas en su dignidad? - ¿Reconocemos que las cosas no andan bien cuando estallan tantas guerras sin sentido y la violencia fratricida se adueña hasta de nuestros barrios? ¿Reconocemos que las cosas no andan bien cuando el suelo, el agua, el aire y todos los seres de la creación están bajo permanente amenaza? Entonces, si reconocemos esto, digámoslo sin miedo: necesitamos y queremos un cambio. El tiempo, hermanos, hermanas, el tiempo parece que se estuviera agotando; no alcanzó el pelearnos entre nosotros, sino que hasta nos ensañamos con nuestra casa”. 10/7/2015. Encuentro con los Movimientos Populares en Santa Cruz de la Sierra. VIS. http://www.news.va/es/news/el-papa-encuentra-a-los-movimientos-populares-el-d
“Ustedes llevan sobre sí la memoria de su pueblo. Porque los pueblos tienen memoria, una memoria que pasa de generación en generación, los pueblos tienen una memoria en camino. Y no son pocas las veces que experimentamos el cansancio de este camino. Frente a tantas situaciones de hambre en el mundo podemos decir: “Perdón, no nos dan los números, no nos cierran las cuentas”. Es imposible enfrentar estas situaciones, entonces la desesperación termina ganándonos el corazón. Y Jesús, una vez más, vuelve a hablarnos y nos dice: “No, no, no es necesario excluirlos, no es necesario que se vayan, denles ustedes de comer”. Sí, basta de descartes, denles ustedes de comer. Nos dice: 1. Toma. El punto de partida, es tomar muy en serio la vida de los suyos. Jesús nunca se saltea la dignidad de nadie, por más apariencia de no tener nada para aportar y compartir. Toma todo, como viene. 2. Bendice. Jesús toma sobre sí, y bendice al Padre que está en los cielos. Sabe que estos dones son un regalo de Dios. El bendecir tiene esa doble mirada, por un lado agradecer y por el otro poder transformar. Nuestro Padre no nos quita nada, todo lo multiplica. 3. Entrega. Una entrega que quiere reconstruir la memoria de pueblo Santo, de pueblo invitado a ser y a llevar la alegría de la salvación. Jesús, logra generar una corriente entre los suyos, todos iban compartiendo lo propio, convirtiéndolo en don para los demás. Una memoria tomada, una memoria bendecida, una memoria entregada siempre sacia al pueblo. Una vida memoriosa necesita de los demás, del intercambio, del encuentro, de una solidaridad real que sea capaz de entrar en la lógica del tomar, bendecir y entregar; en la lógica del amor”. 9/7/2015. Misa en Plaza Cristo Redentor. Sta. Cruz de la Sierra. Bolivia. RV. 

“O sea, para que haya diálogo es necesaria esa base fundamental. ¿Y cuál es la identidad en un país –estamos hablando del diálogo social acá-, el amor a la Patria? ¡La Patria primero, después mi negocio! ¡La Patria primero! Y esa es la identidad. Entonces, yo desde esa identidad voy a dialogar. Si yo voy a dialogar sin esa identidad, el diálogo no sirve. Además, el diálogo presupone y nos exige buscar esa cultura del encuentro. Es decir, un encuentro que sabe reconocer que la diversidad no solo es buena: es necesaria. La uniformidad nos anula, nos hace autómatas. La riqueza de la vida está en la diversidad. Por lo que el punto de partida no puede ser: “Voy a dialogar pero aquel está equivocado”. No, no, no podemos presumir que el otro está equivocado. Yo voy con lo mío y voy a escuchar qué dice el otro, en qué me enriquece el otro, en qué el otro me hace caer en la cuenta que yo estoy equivocado y en qué cosas le puedo dar yo al otro. Es un ida y vuelta, ida y vuelta, pero con el corazón abierto. Con presunciones de que el otro está equivocado, mejor irse a casa y no intentar un diálogo, ¿no es cierto? El diálogo es para el bien común y el bien común se busca, desde nuestras diferencias dándole posibilidad siempre a nuevas alternativas. Es decir, busca algo nuevo”.  11/7/2015. A la Sociedad Civil de Paraguay. RV.
“La bendición que pedimos ahora todos juntos es la libertad, porque la libertad es un regalo que nos da Dios, la libertad hay que saber recibirla hay que saber tener el corazón libre. Todos sabemos que en el mundo hay tantos lazos que atan el corazón y no dejan que el corazón sea libre. La explotación, la falta de medios para sobrevivir, la drogadicción, la tristeza, todas esas cosas nos quitan la libertad. Todos juntos pedimos tener un corazón libre, un corazón que pueda hacer decir lo que piensa, que pueda decir lo que sienta, y que pueda hacer lo que piensa y lo que siente: esto es un corazón libre”. “Señor Jesús dame un corazón libre que no sea esclavo de todas las trampas del mundo, que no sea esclavo de la comodidad, del engaño, que no sea esclavo de la buena vida, de los vicios, que no sea esclavo de una falsa libertad que es hacer lo que me gusta en cada momento. Pídanlo todos los días”. No queremos jóvenes debiluchos, que están ahí nomas, ni si ni no, que se cansen rápido, con cara de aburridos, queremos jóvenes fuertes, con esperanza y fortaleza Por qué? Porque conocen a Jesús, porque conocen a Dios, porque tienen un corazón libre. Hace falta andar contracorriente, las Bienaventuranzas son un plan contracorriente, en capítulo 5 de San Mateo. Léanlas y Medítenlas. Corazón libre es lo que les deseo!!! Hagan lio pero también ayuden a arreglar y organizar el lio que hacen. Un lio que nos dé un corazón libre, un lio que de solidaridad, esperanza, un lio que nazca de haber conocido a Jesús, que es mi fortaleza. 12/7/2015. Reunión con Jóvenes. http://multimedia.telesurtv.net/web/telesur/#!es/video/papa-francisco-explotacion-drogadiccion-nos-quitan-la-libertad
“Jesús como buen maestro los envía a vivir de otra manera, con otra ley, bajo otra norma. Es pasar de la lógica del egoísmo, de la clausura, de la lucha, de la división, de la superioridad, a la lógica de la vida, de la gratuidad, del amor. De la lógica del dominio, del aplastar, manipular; a la lógica del acoger, recibir y cuidar”.  Jesús no los envía como poderosos, dueños, jefes o cargados de normas, al contrario, el camino del cristiano es transformar el corazón". “No se convence con los argumentos, con las estrategias, con las tácticas, sino simplemente aprendiendo a alojar, a hospedar, especialmente a los más necesitados, con el hambriento, con el sediento, con el desnudo, con el enfermo, con el paralítico, con el que no piensa como nosotros, con el que no tiene fe o la ha perdido y a veces por culpa nuestra. Hospitalidad con el perseguido, con el desempleado. Hospitalidad con las culturas diferentes, de las cuales esta tierra paraguaya es tan rica. Hospitalidad con el pecador, porque cada uno de nosotros también lo es”. “Hay algo que es cierto, no podemos obligar a nadie a recibirnos, a hospedarnos; es cierto y es parte de nuestra pobreza y de nuestra libertad. Pero también es cierto que nadie puede obligarnos a no ser acogedores, hospederos de la vida de nuestro Pueblo. Nadie puede pedirnos que no recibamos y abracemos la vida de nuestros hermanos especialmente la vida de los que han perdido la esperanza y el gusto por vivir. Qué lindo es imaginarnos nuestras parroquias, comunidades, capillas, donde están los cristianos, no con las puertas cerradas sino como verdaderos centros de encuentro entre nosotros y con Dios. Como lugares de hospitalidad y de acogida”. 12/7/2015. Ángelus en Ñu Guasu. http://www.news.va/es/news/hospitalidad-es-abrir-las-puertas-del-corazon-el-p
“La fe nos hace prójimos, nos hace próximos a la vida de los demás. La fe despierta nuestro compromiso, nuestra solidaridad. Una virtud humana y cristiana que ustedes tienen, que muchos tienen y que tenemos que aprender.  El nacimiento de Jesús, despierta nuestra vida. Una fe que no se hace solidaridad, es una fe muerta o una fe mentirosa. Yo soy muy católica, muy católico, voy a misa todos los domingo. Pero dígame, señor, señora, ¿qué pasa en los Bañados? No, no. No sé. Sé que hay gente ahí pero no sé. Por más misa de los domingo, si no tienes el corazón solidario, si no sabes lo que pasa en tu pueblo, tu fe es muy débil, o está enferma o está muerta. Es una fe sin Cristo, la fe sin solidaridad, una fe sin Dios, una fe sin hermanos. Entonces, viene ese dicho que espero recordarlo bien, pero que pinta este problema de una fe sin solidaridad, “Un Dios sin pueblo, un pueblo sin hermanos, un pueblo sin Jesús”. Esa es la fe sin solidaridad y Dios se metió en medio del pueblo, que Él eligió, para acompañarlo y le mandó su Hijo a ese pueblo para salvarlo, para ayudarlo. Dios se hizo solidario con ese pueblo y Jesús no tuvo ningún problema de bajar, humillarse, abajarse hasta morir por cada uno de nosotros, por esa solidaridad hermana, por esa solidaridad que nace del amor que tenía su Padre y del amor que tenía Él por cada uno de nosotros. Acuérdense cuando una fe no es solidaria, o está enferma o está muerta”. 12/7//2015. A los vecinos de Bañado Norte, Barrio periférico de Asunción del Paraguay. Zenit.

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