viernes, 30 de diciembre de 2016

Reflexiones de Francisco en 4ta. semana de diciembre de 2016(*)

Les deseo un santo y feliz Año Nuevo!!!
“Con ustedes doy gracias al Señor por todo lo que nos ha donado a lo largo del año que está por terminar. Que, con la ayuda de la Virgen María, el Señor nos custodie en la esperanza de la realización de sus promesas, firmes en la fe y siempre atentos a las necesidades de nuestros hermanos. A cada uno de ustedes y a sus familias, les deseo que custodien la alegría de la Navidad, encontrando en la oración al Salvador, que desea hacerse cercano a todos. Ésta es nuestra esperanza navideña: ha nacido para nosotros Jesucristo, el Salvador, el Dios con nosotros, por ello no tenemos miedo del porvenir. Vayamos hacia el futuro, en comunión con Cristo. Les deseo un feliz Tiempo de Navidad y feliz Año Nuevo”. 28/12/2016.Audiencia General. RV.
Señor: Ayúdame a continuar esperando!!!
“La esperanza abre nuevos horizontes, hace capaz de soñar lo que no es ni siquiera imaginable. La esperanza hace entrar en la oscuridad de un futuro incierto para caminar en la luz. Es bella la virtud de la esperanza; nos da tanta fuerza para ir en la vida”. “La fe no es solo silencio que acepta todo sin reclamar, la esperanza no es la certeza que te da seguridad ante las dudas y las perplejidades. Pero muchas veces, la esperanza es oscura; pero está ahí, la esperanza… que te lleva adelante. La fe es también luchar con Dios, mostrarle nuestra amargura, sin “pías” apariencias. “Me he molestado con Dios y le he dicho esto, esto, esto” Pero Él es Padre, Él te ha entendido: ve en paz. ¡Tengamos esta valentía! Y esto es la esperanza. Y la esperanza es también no tener miedo de ver la realidad por aquello que es y aceptar las contradicciones”.28/12/2016. Audiencia General. RV.
PAZ!!! PAZ!!! PAZ!!!
“Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama” hoy recorre toda la tierra, con el deseo de llegar a todos los pueblos, especialmente a los que se ven afectados por la guerra y los conflictos, y que sienten con fuerza este deseo de paz: Paz a los hombres y a las mujeres de la martirizada Siria, sobre todo en la ciudad de Alepo; paz para Tierra Santa, elegida y predilecta por Dios son su deseo de que puedan recobrar unidad y concordia Irak, Libia y Yemen. Paz para las diferentes regiones de África, de modo especial para Nigeria.  Paz para Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. Paz para quienes sufren aún a causa del conflicto en Ucrania oriental. Paz para todos los que afrontan sufrimientos en el mundo, a causa de peligros e injusticias, con su mirada hacia Myanmar. Paz  de manera eficaz y concreta para quienes están abandonados y excluidos, para los que sufren hambre; para los prófugos, los emigrantes y refugiados, sin olvidar a quienes son objeto de la trata de personas. Paz para los pueblos que sufren por las ambiciones económicas de unos pocos y la avaricia voraz del dios dinero que lleva a la esclavitud. Paz para quienes están marcados por el malestar social y económico, y para los que sufren las consecuencias de los terremotos u otras catástrofes naturales. Paz para los niños y paz sobre la tierra a todos los hombres de buena voluntad, que cada día trabajan, con discreción y paciencia, en la familia y en la sociedad, para construir un mundo más humano y justo, sostenidos por la convicción de que sólo con la paz es posible un futuro más próspero para todos. 25/12/2016. Misa de Navidad. RV.
Dejémonos interpelar por el Niño!!!
“Encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,12). Este es el signo de siempre para encontrar a Jesús. No sólo entonces, sino también hoy. Si queremos celebrar la verdadera Navidad, contemplemos este signo: la sencillez frágil de un niño recién nacido, la dulzura al verlo recostado, la ternura de los pañales que lo cubren. Allí está Dios”. “Dejémonos interpelar por el Niño en el pesebre, pero dejémonos interpelar también por los niños que, hoy, no están recostados en una cuna ni acariciados por el afecto de una madre ni de un padre, sino que yacen en los escuálidos «pesebres donde se devora su dignidad»: en el refugio subterráneo para escapar de los bombardeos, sobre las aceras de una gran ciudad, en el fondo de una barcaza repleta de emigrantes. Dejémonos interpelar por los niños a los que no se les deja nacer, por los que lloran porque nadie les sacia su hambre, por los que no tienen en sus manos juguetes, sino armas”. 24/12/2016. Misa de Noche Buena. RV.
Reflexiones del Papa Francisco. Síntesis semanal, en base a extractos textuales. Producido, desde el 7 de agosto de 2013 por María Cristina Camacho de Armas y difundido en: camachodearmas@gmail.com, http://nueva-realidad.blogspot.com.ar/ y https://www.facebook.com/catedrafrancisco.

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