“Que
en este Año de la Misericordia, toda familia cristiana pueda ser un lugar
privilegiado de este peregrinaje en el que se experimenta la alegría del
perdón. El perdón es la esencia del amor, que sabe comprender el error y poner
remedio. Pobre de nosotros, si Dios no nos perdonase. En el seno de la familia
es donde se nos educa al perdón, porque se tiene la certeza de ser comprendidos
y apoyados no obstante los errores que se puedan cometer. No perdamos la
confianza en la familia. Es hermoso abrir siempre el corazón unos a otros, sin
ocultar nada. Donde hay amor, allí hay también comprensión y perdón. Encomiendo
a ustedes, queridas familias, este peregrinaje doméstico de todos los días,
esta misión tan importante, de la que el mundo y la Iglesia tienen más
necesidad que nunca”. 27/12/2015.
Fiesta de la Sagrada Familia. RV.
“Del
ejemplo y del testimonio de la Sagrada Familia, cada familia puede aprender
indicaciones preciosas para el estilo y las opciones de vida, y puede tomar
fortaleza y sabiduría para el camino de cada día. La Virgen y San José enseñan
a acoger a los hijos como don de Dios, a generarlos y educarlos cooperando de
forma maravillosa con la obra del Creador y donando al mundo, en cada niño, una
sonrisa nueva. Es en la familia unida que los hijos alcanzan la madurez de su
existencia, viviendo la experiencia significativa y eficaz del amor gratuito,
de la ternura, del respeto recíproco, de la comprensión mutua, del perdón y de
la alegría. Quisiera detenerme sobre todo en la alegría. La verdadera alegría
que se experimenta en la familia no es algo casual y fortuito. Es una alegría
que es fruto de la armonía profunda entre las personas, que hace saborear la
belleza de estar juntos, de sostenernos mutuamente en el camino de la vida”. 27/12/2015. Ángelus. RV.
“¿Para qué sirve perdonar? ¿Es sólo una buena
acción o da resultados? Pero perdonar no es una cosa fácil, es siempre muy
difícil. ¿Por dónde comenzar para disculpar pequeñas o grandes ofensas
que sufrimos cada día? Ante todo la oración. Se comienza por el propio corazón:
podemos afrontar con la oración el resentimiento que experimentamos,
encomendando a quien nos ha hecho el mal a la misericordia de Dios: ‘Señor, te
pido por él, te pido por ella’. Después se descubre que esta lucha interior
para perdonar purifica del mal y que la oración y el amor nos liberan de
las cadenas interiores del rencor. ¡Es tan feo vivir en el rencor! Cada día
tenemos la ocasión para entrenarnos a perdonar, para vivir esto gesto tan alto
que acerca al hombre a Dios. Como nuestro Padre celestial, nos convertimos,
también nosotros en misericordiosos, porque a través del perdón vencemos el mal
con el bien, transformamos el odio en amor y así hacemos que el mundo sea más
limpio”. 26/12/2015. Ángelus. RV.
“Donde
nace Dios, nace la esperanza. Donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la
paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra”.
“Que
los israelíes y palestinos puedan retomar el diálogo directo”. “Pidamos al
Señor por Siria y remediar la gravísima situación humanitaria de la población
extenuada”. “Es urgente que el acuerdo sobre Libia encuentre el apoyo de todos”.
“Que cesen las atrocidades en Irak, Yemen y en el África subsahariana”. “Quiero
recordar a cuantos han sido golpeados por los atroces actos terroristas en
recientes masacres en Egipto, Beirut, París, Bamako y Túnez”. “Que el Niño
Jesús les dé consuelo y fuerza a nuestros Hermanos perseguidos por causa de su
fe en distintas partes del mundo”. “Pidamos Paz y concordia para las queridas
poblaciones de la República Democrática del Congo, de Burundi y del Sudán del
Sur”. “Que la Navidad lleve la verdadera paz a Ucrania”, “Que la alegría de
este día ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que continúe buscando
con tesón la anhelada paz”. “Todavía hoy muchos hombres y mujeres son privados
de su dignidad humana y, como el Niño Jesús, sufren el frío, la pobreza y el
rechazo de los hombres. Que hoy llegue nuestra cercanía a los más indefensos,
sobre todo a los niños soldado, a las mujeres que padecen violencia, a las
víctimas de la trata de personas y del narcotráfico”.
“Fijemos
la mirada en los brazos de Jesús que nos muestran el abrazo misericordioso de
Dios, mientras escuchamos el gemido del Niño que nos susurra: Por mis hermanos
y compañeros voy a decir: La paz contigo”. 25/12/2015.
Misa de Navidad. RV.
“Cuando oigamos hablar del nacimiento de Cristo,
guardemos silencio y dejemos que ese Niño nos hable; grabemos en nuestro
corazón sus palabras sin apartar la mirada de su rostro. Si lo tomamos en
brazos y dejamos que nos abrace, nos dará la paz del corazón que no conoce
ocaso. Este Niño nos enseña lo que es verdaderamente importante en nuestra vida”.
“En una sociedad frecuentemente ebria de consumo
y de placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y de narcisismo, Él nos
llama a tener un comportamiento sobrio, es decir, sencillo, equilibrado,
lineal, capaz de entender y vivir lo que es importante. En un mundo, a menudo
duro con el pecador e indulgente con el pecado, es necesario cultivar un fuerte
sentido de la justicia, de la búsqueda y el poner en práctica la voluntad de
Dios. Ante una cultura de la indiferencia, que con frecuencia termina por ser
despiadada, nuestro estilo de vida ha de estar lleno de piedad, de empatía, de
compasión, de misericordia, que extraemos cada día del pozo de la oración.”
24/12/2015. Misa de Noche Buena. RV.
(*) Reflexiones del Papa Francisco. Síntesis
semanal, en base a extractos textuales. Producido por María Cristina Camacho de
Armas para su difusión en: camachodearmas@gmail.com, http://nueva-realidad.blogspot.com.ar/ y https://www.facebook.com/catedrafrancisco.
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