“Un cristiano que no camina, que no hace camino, es un cristiano no
cristiano. No se sabe lo que es. Es un cristiano un poco ‘paganizado’: está
allí, estancado, no va adelante en la vida cristiana, no hace florecer las
Bienaventuranzas en su vida, no hace las obras de misericordia… Está parado.
Perdónenme la palabra, pero es como si fuera una ‘momia espiritual’. Parados,
allí. No hacen daño, pero no hacen el bien’. También hay cristianos porfiados, la
tragedia es ser testarudo y decir: ‘éste es el camino’. Y no dejar que la voz
del Señor nos diga que no lo es, que nos diga: ‘vuelve atrás y toma el camino
verdadero’. Luego, están los errantes en la vida cristiana, vagabundos. Así se
pierden la belleza de acercarse a Jesús, al camino de Jesús. El vagabundear
demasiado se transforma en un laberinto y después no saben cómo salir. Hay
otros que en el camino quedan seducidos por una belleza, por algo, y se quedan
a mitad de camino, fascinados por lo que ven, por una idea, una propuesta, un
paisaje… ¡Y se detienen! ¡La vida cristiana no es una fascinación: es una
verdad! ¡Es Jesucristo!. ¿Cómo va el camino cristiano que empecé en el
Bautismo? ¿Estancado? ¿Equivocado? ¿Vagabundeando espiritualmente? ¿Me detengo
ante lo que me gusta: mundanidad, vanidad? O sigo siempre hacia adelante,
haciendo que sean concretas las Bienaventuranzas y las obras de misericordia? 3/5/2016. Sta. Marta. RV.
¡Dejémonos reconciliar con Dios! Este Jubileo de la Misericordia es un
tiempo de reconciliación para todos. Tantas personas quisieran reconciliarse
con Dios pero no saben cómo hacerlo, o no se sienten dignos, o no quieren
admitirlo ni siquiera a sí mismos. ¡Ninguno permanezca alejado de Dios a causa
de obstáculos puestos por los hombres! Y esto vale también a los confesores:
por favor, no pongan obstáculos a las personas que quieren reconciliarse con
Dios. Tener la reconciliación con Dios permite descubrir la
necesidad de otras formas de reconciliación: en las familias, en las relaciones
interpersonales, en las comunidades eclesiales, como también en las relaciones
sociales e internacionales. 30/4/2016. Aud. Jubilar. RV.
“Asegurar el acceso a la
curación. Hay que oponerse a una economía de la exclusión y de la inequidad que
siembra víctimas cuando el mecanismo de la ganancia prevalece sobre el valor de
la vida humana. Esta es la razón por la cual es necesario contraponer la
globalización de la empatía a la globalización de la indiferencia. Por esto estamos
llamados a hacer conocer el problema de las enfermedades raras a nivel mundial,
a invertir en una formación más adecuada e incrementar los recursos para la
investigación, a promover la adaptación legislativa y el cambio del paradigma
económico, para que sea privilegiada la persona humana”. 29/4/2016. Medicina
Regenerativa. RV.
"Caminemos en la luz, porque Dios es Luz. No vayamos con un pie en la
luz y el otro en las tinieblas. No hay que ser mentirosos. Y otra cosa: todos
hemos pecado. Nadie puede decir: ‘Éste es un pecador, ésta es una pecadora. Yo,
gracias a Dios, soy justo’. No sólo uno es Justo, Aquel que ha pagado por
nosotros. Y si alguien peca Él nos espera, nos perdona, porque es
misericordioso y sabe de qué somos plasmados y recuerda que somos
polvo. Que la alegría que nos da esta lectura nos lleve adelante en la
sencillez y en la transparencia de la vida cristiana, sobre todo cuando nos
dirigimos al Señor, con la verdad». 29/4/2016. Sta. Marta. RV.
“Éste
es el camino de la Iglesia ante las novedades, no las novedades mundanas, como
las modas de los vestidos, sino las novedades, las sorpresas del Espíritu,
porque el Espíritu siempre nos sorprende. Y el camino de la Iglesia es éste: reunirse, unirse juntos, escucharse,
discutir, rezar y decidir. Y ésta es la llamada sinodalidad de la Iglesia, en
la cual se expresa la comunión de la Iglesia. Y ¿qué hace la comunión? ¡Es el
Espíritu! Otra vez es el protagonista. ¿Qué nos pide el Señor? Docilidad al
Espíritu. ¿Qué nos pide el Señor? No tengamos miedo, cuando vemos que es el
Espíritu el que nos llama”. 28/4/2016. Sta. Marta. RV.
“¿Y quién es mi
prójimo?, y presupone: ¿mis parientes? ¿Mis connacionales? ¿Aquellos de mi
misma religión? No es automático que quien frecuenta la casa de Dios y conoce
su misericordia sepa amar al prójimo. ¡No es automático! Tú puedes conocer toda
la Biblia, tú puedes conocer todas las normas litúrgicas, tú puedes conocer
toda la teología, pero del conocer no es automático el amar: el amar tiene otro
camino, el amor tiene otro camino. No lo olvidemos jamás: ante el sufrimiento
de tanta gente agotada por el hambre, por la violencia y la injusticia, no
podemos permanecer como espectadores. Ignorar el sufrimiento del hombre, ¿qué
cosa significa? ¡Significa ignorar a Dios! Si yo no me acerco a aquel hombre, a
aquella mujer, a aquel niño, a aquel anciano o aquella anciana que sufre, no me
acerco a Dios”. 27/4/2016. Aud.Gral. RV.
Reflexiones del Papa Francisco. Síntesis semanal, en base a
extractos textuales. Producido por María Cristina Camacho de Armas para su
difusión en: camachodearmas@gmail.com, http://nueva-realidad.blogspot.com.ar/ y https://www.facebook.com/catedrafrancisco.
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