27/7/2016. Con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo
diplomático. Zenit.
“El pueblo polaco se caracteriza por la memoria. Siempre me ha
impresionado el agudo sentido de la historia del Papa Juan Pablo II. Cuando
hablaba de los pueblos, partía de su historia para resaltar sus tesoros de
humanidad y espiritualidad. La conciencia de identidad, libre de complejos de
superioridad, es esencial para organizar una comunidad nacional basada en su
patrimonio humano, social, político, económico y religioso, para inspirar a la
sociedad y la cultura, manteniéndolas fiel a la tradición y, al mismo tiempo,
abiertas a la renovación y al futuro. En esta perspectiva, han celebrado
recientemente el 1050 aniversario del Bautismo de Polonia. Ha sido ciertamente
un momento intenso de unidad nacional, confirmando cómo la concordia, aun en la
diversidad de opiniones, es el camino seguro para lograr el bien común de todo
el pueblo polaco”. A la luz de su historia milenaria, invito a la nación polaca
a mirar con esperanza hacia el futuro y a las cuestiones que ha de afrontar.
Esta actitud favorece un clima de respeto entre todos los componentes de la
sociedad, y un diálogo constructivo entre las diferentes posiciones”.
27/7/2016.
Conexión audiovisual con Jóvenes italianos en la JMJ. RV.
¿Cómo vencer el miedo y continuar? “Al final, la partida es así: o tú
vences o te vence, ¡la vida! ¡Vence tú la vida, es mejor! Y esto hazlo con
valentía, también con dolor. Y cuando haya alegría, hazlo con alegría, porque
la alegría te saca adelante y te salva de una enfermedad horrible: la de
convertirte en neurótica. ¡Por favor, no, esto no!”.
¿Cómo
hago para perdonar la
crueldad? “La crueldad es un comportamiento
humano que está en la base de todas las guerras. Hay una palabra en italiano
que yo no conocía: “extracomunitari”. Pero esta crueldad es lo que hace
que tú, que eres de otro país, te conviertas en un “extra-comunitario”:
te echan de la comunidad, no te acogen. Es algo contra lo que debemos
luchar tanto. Pero hace falta luchar contra el terrorismo de la lengua, contra
este terrorismo de la maledicencia, de los insultos, de expulsar a la gente con
insultos o diciéndoles cosas que les hacen daño en el corazón. ¿Se puede
perdonar totalmente? Es una gracia que debemos pedir al Señor”
¿Cómo vivir
y difundir la paz en este mundo tan lleno de odio? “En la vida tienes
que elegir: o construyes puentes o construyes muros. Los muros
dividen y el odio crece: cuando hay división, el odio crece. Los puentes unen,
y cuando hay puentes el odio se va porque puedo escuchar al otro, hablar
con el otro. Me gusta pensar y decir que tenemos en nuestras manos,
en la posibilidad de cada día, la capacidad de hacer un puente humano”.
28/7/2016.
Misa en Santuario de Częstochowa. RV.
“Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto. Ante
todo, Dios se hace pequeño. El Señor, prefiere a los pequeños; estos son
grandes ante sus ojos, y a ellos dirige su mirada. Los prefiere porque se oponen a la «soberbia
de la vida», Los pequeños hablan su mismo idioma: el amor humilde que hace
libres. Por eso llama a personas sencillas y disponibles para ser sus
portavoces, y les confía la revelación de su nombre y los secretos de su
corazón. Aquí reunidos, volvemos los ojos a ella. En María encontramos la plena
correlación con el Señor: al hilo divino se entrelaza así en la historia un
«hilo mariano». Si hay alguna gloria humana, algún mérito nuestro en la
plenitud del tiempo, es ella: es ella ese espacio, preservado del mal, en el
cual Dios se ha reflejado; es ella la escala que Dios ha recorrido para bajar
hasta nosotros y hacerse cercano y concreto; es ella el signo más claro de la
plenitud de los tiempos”.
28/7/2016.
Encuentro con los Jóvenes de la JMJ en Parque Jordán Cracovia. RV.
“San Juan Pablo II desde
el cielo nos está acompañando viendo a tantos jóvenes pertenecientes a pueblos,
culturas, lenguas tan diferentes con un sólo motivo: celebrar a Jesús, que está
vivo en medio de nosotros. ¿Lo han entendido? Celebrar a Jesús, que está vivo
en medio de nosotros. Y decir que está vivo es querer renovar nuestras ganas de
seguirlo, nuestras ganas de vivir con pasión el seguimiento de Jesús. ¡Qué
mejor oportunidad para renovar la amistad con Jesús que afianzando la amistad
entre ustedes! ¡Qué mejor manera de vivir la alegría del Evangelio que
queriendo «contagiar» su Buena Noticia en tantas situaciones dolorosas y
difíciles!”
“No
hay nada más hermoso que contemplar las ganas, la entrega, la pasión y la
energía con que muchos jóvenes viven la vida. Esto es hermoso, y, ¿de dónde
viene esta belleza? Cuando Jesús toca el corazón de un joven, de una joven,
este es capaz de actos verdaderamente grandiosos. Es estimulante escucharlos,
compartir sus sueños, sus interrogantes y sus ganas de rebelarse contra todos
aquellos que dicen que las cosas no pueden cambiar. Esos a los que yo llamo los
«quietistas»: «Nada puede cambiar». No, los jóvenes tienen la fuerza de
oponerse a estos. Pero, posiblemente, algunos no están seguros de esto… Yo les
hago una pregunta, ustedes me respondan: –«Las cosas, ¿se pueden cambiar?»
–«Sí» [responden los jóvenes]. –«No se oye», –«Sí» [repiten]. Es un regalo del
cielo poder verlos a muchos de ustedes que, con sus cuestionamientos, buscan
hacer que las cosas sean diferentes”.
“Conociendo
la pasión que ustedes le ponen a la misión, me animo a repetir: la misericordia
siempre tiene rostro joven. Porque un corazón misericordioso se anima a salir
de su comodidad; un corazón misericordioso sabe ir al encuentro de los demás,
logra abrazar a todos. Un corazón misericordioso sabe ser refugio para los que
nunca tuvieron casa o la han perdido, sabe construir hogar y familia para
aquellos que han tenido que emigrar, sabe de ternura y compasión. Un corazón
misericordioso, sabe compartir el pan con el que tiene hambre, un corazón
misericordioso se abre para recibir al prófugo y al emigrante. Decir
misericordia junto a ustedes, es decir oportunidad, es decir mañana, es decir
compromiso, es decir confianza, es decir apertura, hospitalidad, compasión, es
decir sueños”.
“Yo
estoy seguro de que hoy, entre ustedes, no hay ninguno de esos, pero quiero
decirles: Existen los jóvenes jubilados, jóvenes que tiran la toalla antes del
partido, hay jóvenes que entran en el vértigo con las falsas ilusiones y terminan
en la nada. Por eso, queridos amigos, nos hemos reunidos para ayudarnos unos a
otros porque no queremos dejarnos robar lo mejor de nosotros mismos, no
queremos permitir que nos roben las energías, que nos roben la alegría, que nos
roben los sueños, con falsas ilusiones”.
“Entonces,
todos juntos, le pedimos al Señor: Señor lánzanos a la aventura de la
misericordia. Lánzanos a la aventura de construir puentes y derribar muros
(cercos y alambradas), lánzanos a la aventura de socorrer al pobre, al que se
siente solo y abandonado, al que ya no le encuentra sentido a su vida. Lánzanos
a acompañar a aquellos que no te conocen y a decirles lentamente y con mucho
respeto tu Nombre, el porqué de mi fe. Impúlsanos a la escucha, como María de
Betania, de quienes no comprendemos, de los que vienen de otras culturas, otros
pueblos, incluso de aquellos a los que tememos porque creemos que pueden
hacernos daño. Haznos volver nuestro rostro, como María de Nazareth con Isabel,
que volvamos nuestras miradas a nuestros ancianos, a nuestros abuelos, para
aprender de su sabiduría”.
29/7/2016.
Vía Crucis con los Jóvenes. RV.
“¿Dónde está Dios? ¿Dónde está Dios, si en el mundo existe el mal, si hay
gente que pasa hambre o sed, que no tienen hogar, que huyen, que buscan
refugio? ¿Dónde está Dios cuando las personas inocentes mueren a causa de la
violencia, el terrorismo, las guerras? ¿Dónde está Dios, cuando enfermedades
terribles rompen los lazos de la vida y el afecto? ¿O cuando los niños son
explotados, humillados, y también sufren graves patologías? ¿Dónde está Dios,
ante la inquietud de los que dudan y de los que tienen el alma afligida? Hay
preguntas para las cuales no hay respuesta humana. Sólo podemos mirar a Jesús,
y preguntarle a él. Y la respuesta de Jesús es esta: «Dios está en ellos»,
Jesús está en ellos, sufre en ellos, profundamente identificado con cada uno.
Él está tan unido a ellos, que forma casi como un solo cuerpo”.
“En
esta tarde, queridos jóvenes, el Señor os invita de nuevo a que seáis
protagonistas de vuestro servicio; quiere hacer de vosotros una respuesta
concreta a las necesidades y sufrimientos de la humanidad; quiere que seáis un
signo de su amor misericordioso para nuestra época”.
30/7/2016. Misa en Campus de Misericordia. RV.
“Jesús mira nuestro corazón, el tuyo, el mío. Con esta mirada de Jesús,
podéis hacer surgir una humanidad diferente, sin esperar a que os digan «qué
buenos sois», sino buscando el bien por sí mismo, felices de conservar el
corazón limpio y de luchar pacíficamente por la honestidad y la justicia. No os
detengáis en la superficie de las cosas y desconfiad de las liturgias mundanas
de la apariencia, del maquillaje del alma para aparentar mejores. Por el contrario,
instalad bien la conexión más estable, la de un corazón que ve y transmite
incansablemente el bien. Y esa alegría que habéis recibido gratis de Dios, por
favor, dadla gratis, porque son muchos los que la esperan. Y la esperan de
vosotros”.
30/7/2016. Misa con Sacerdotes y Religiosas. RV.
“¿Cómo no sentir aquí el eco de la gran exhortación de san Juan Pablo
II: ¡Abrid las puertas!? No obstante, en nuestra vida como sacerdotes y
personas consagradas, se puede tener con frecuencia la tentación de quedarse un
poco encerrados, por miedo o por comodidad, en nosotros mismos y en nuestros
ámbitos. Pero la dirección que Jesús indica es de sentido único: salir de
nosotros mismos. Es un viaje sin billete de vuelta. Se trata de emprender un
éxodo de nuestro yo, de perder la vida por él, siguiendo el camino de la
entrega de sí mismo. Por otro lado, a Jesús no le gustan los recorridos a
mitad, las puertas entreabiertas, las vidas de doble vía. Pide ponerse en
camino ligeros, salir renunciando a las propias seguridades, anclados
únicamente en él”. ¿Qué es lo que
nos pide Jesús? Quiere corazones verdaderamente consagrados, que viven del
perdón que han recibido de él, para derramarlo con compasión sobre los
hermanos. Jesús busca corazones abiertos y tiernos con los débiles, nunca
duros; corazones dóciles y transparentes, que no disimulen ante los que tienen
la misión en la Iglesia de orientar en el camino.
30/7/2016. Basílica de San Francisco en Cracovia. RV.
Oración por la paz y por el fin de la
violencia y el terrorismo
Dios
omnipotente y misericordioso, Señor del Universo y de la historia humana. Todo
lo que has creado es bueno, y tu compasión por el hombre, que te abandona una y
otra vez, es inagotable.
Venimos
hoy a implorarte que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando
de él el destructivo oleaje del terrorismo, restaurando la amistad y derramando
en los corazones de tus criaturas el don de la confianza y la prontitud para
perdonar.
Dador
de la vida, te pedimos también por todos los que han muerto, víctimas de los
brutales ataques terroristas. Concédeles la recompensa y la alegría eternas.
Que intercedan por el mundo, sacudido por la angustia y desgracias.
Jesús,
Príncipe de la Paz, te rogamos por los heridos en los ataques terroristas: los
niños y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los ancianos, las personas
inocentes y los que han sido agredidos por casualidad. Sana su cuerpo y el
corazón, que se sientan fortalecidos por tu consuelo, aleja de ellos el odio y
el deseo de la venganza.
Santo
Espíritu Consolador, visita a las familias que lloran la pérdida de sus
familiares, víctimas inocentes de la violencia y el terrorismo. Cúbreles con el
manto de tu divina misericordia. Que encuentren en Ti la fuerza y el valor para
continuar siendo hermanos y hermanas de los demás, especialmente de los
extranjeros y los inmigrantes, testimoniando con su vida tu amor.
Mueve
los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones
y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad
de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social.
Dios,
Eterno Padre, escucha compasivo esta oración que se eleva hacia Ti entre el
estruendo y la desesperación del mundo. Llenos de confianza en tu infinita
Misericordia, confiando en la intercesión de tu Santísima Madre, fortalecidos
con el ejemplo de los beatos mártires de Perú, Zbigniewa y Michała, que has
convertido en valientes testigos del Evangelio hasta derramar su sangre, nos
dirigimos a Ti con gran esperanza, suplicando el don de la paz y pidiendo que
alejes de nosotros el látigo del terrorismo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
30/7/2016. Vigilia de oración con los jóvenes en
el Campus Misericordiae. RV.
“Queridos jóvenes, no vinimos a este mundo a «vegetar», a pasarla
cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca; al contrario, hemos
venido a otra cosa, a dejar una huella. Es muy triste pasar por la vida sin
dejar una huella. Pero cuando optamos por la comodidad, por confundir felicidad
con consumir, entonces el precio que pagamos es muy, pero que muy caro:
perdemos la libertad. No somos libres de dejar una huella. Perdemos la
libertad. Este es el precio. Y hay mucha gente que quiere que los jóvenes no
sean libres; tanta gente que no os quiere bien, que os quiere atontados,
embobados, adormecidos, pero nunca libres. No, ¡esto no! Debemos defender
nuestra libertad”.
“Amigos,
Jesús es el Señor del riesgo, es el Señor del siempre «más allá». Jesús no es
el Señor del confort, de la seguridad y de la comodidad. Para seguir a Jesús,
hay que tener una cuota de valentía, hay que animarse a cambiar el sofá por un
par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos
pensados, por caminos que abran nuevos horizontes, capaces de contagiar
alegría, esa alegría que nace del amor de Dios, la alegría que deja en tu
corazón cada gesto, cada actitud de misericordia. Ir por los caminos siguiendo
la «locura» de nuestro Dios que nos enseña a encontrarlo en el hambriento, en
el sediento, en el desnudo, en el enfermo, en el amigo caído en desgracia, en
el que está preso, en el prófugo y el emigrante, en el vecino que está solo. Ir
por los caminos de nuestro Dios que nos invita a ser actores políticos, pensadores,
movilizadores sociales. Que nos incita a pensar en una economía más solidaria
que esta. En todos los ámbitos en los que nos encontremos, ese amor de Dios nos
invita llevar la Buena Nueva, haciendo de la propia vida una entrega a él y a
los demás. Esto significa ser valerosos, esto significa ser libres”.
“Hoy
Jesús, que es el camino, te llama a ti, a ti, a ti [señala a cada uno] a dejar
tu huella en la historia. Él, que es la vida, te invita a dejar una huella que
llene de vida tu historia y la de tantos otros. Él, que es la verdad, te invita
a abandonar los caminos del desencuentro, la división y el sinsentido. ¿Te
animas? [«Sí»]. ¿Qué responden tus manos y tus pies al Señor, que es camino,
verdad y vida? ¿Estás dispuesto? [«Sí»]. Que el Señor bendiga vuestros sueños.
Gracias”.
31/7/2016.
Con los voluntarios de la JMJ. RV.
“¿Quieren
ser esperanza para el futuro o no?" “La primera condición es tener memoria, preguntarme de dónde vengo, memoria
de mi pueblo, de mi familia, memoria de toda mi historia” “Un joven desmemoriado no es esperanza para el
futuro! “Hablá con tus padres, con tus
mayores, pero sobre todo, con tus abuelos”. “Recibí la antorcha de tu abuelo y
de tu abuela”. ¿Me prometen que para preparar la JMJ de Panamá van a hablar con
los abuelos? ¡Sí! "Si para el futuro soy esperanza y del pasado tengo
memoria, me queda el presente… ¿qué tengo que hacer en el presente?: “¡Tener coraje! ¡Ser valiente! ¡No
asustarse!” “Hay un compañero nuestro a quien el
cáncer le ganó”. “Ese joven ya no está acá pero ese joven sembró esperanza para
el futuro”. “Si tienen memoria y si tienen coraje, van a ser la esperanza del
futuro. ¿Esta clarito todo?”
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