«La parábola del buen samaritano es también una parábola del comunicador». «El testimonio cristiano, gracias a la red puede alcanzar las periferias existenciales», «no una red de cables, sino de personas humanas», «me gusta definir el poder de la comunicación como proximidad»
«El interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la
comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al
encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino sabe ponerse en
camino con todos. En este contexto, la revolución de los medios de comunicación
y de la información constituye un desafío grande y apasionante que requiere
energías renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la
belleza de Dios». Jesús nos indica que «comunicar significa, por tanto
tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios».
“Hoy corremos el riesgo de que algunos medios nos condicionen
hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real». No basta pasar
por las «calles» digitales, estar conectados: es necesario que la conexión vaya
acompañada de un verdadero encuentro, para no quedarnos encerrados en nosotros
mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura. Las estrategias
comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la
comunicación.”
«La neutralidad de los medios de comunicación es aparente:
sólo quien comunica poniéndose en juego a sí mismo puede representar un punto
de referencia. El compromiso personal es la raíz misma de la fiabilidad de un
comunicador. Precisamente por eso el testimonio cristiano, gracias a la red,
puede alcanzar las periferias existenciales».
Entre las calles del mundo «también se encuentran las
digitales, pobladas de humanidad, a menudo herida: hombres y mujeres que buscan
una salvación o una esperanza. Gracias también a las redes, el mensaje
cristiano puede viajar «hasta los confines de la tierra» (Hch. 1,8). Abrir las
puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto
para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre,
como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al
encuentro de todos».
23/1/2014. Mensaje para la 48° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. RV.
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