Domingo 11 de agosto 2013 (*)
¡Buenas tardes!
Como todos los años,
después de recorrer la fila, hablo con ustedes. Esta vez la fila la recorrí con
el corazón. Estoy un poquito lejos y no puedo compartir con ustedes este
momento tan lindo. Este momento en que ustedes están caminando hacia la imagen
de san Cayetano. ¿Para qué? Para encontrarse con él, para encontrarse con
Jesús. Pero hoy, el lema de esta peregrinación, lema elegido por ustedes,
seleccionado entre tantas posibilidades, hoy el lema habla de otro encuentro, y
dice: "Con Jesús y san Cayetano, vayamos al encuentro de los más
necesitados". Habla del encuentro de las personas que necesitan más, de
aquellos que necesitan que les demos una mano, que los miremos con cariño, que
compartamos su dolor o sus ansiedades, sus problemas. Pero lo importante no es
mirarlos de lejos, o ayudarlos desde lejos. ¡No, no! Es ir al encuentro. ¡Eso
es lo cristiano! Eso lo que nos enseña Jesús: Ir al encuentro de los más
necesitados. Como Jesús que iba siempre al encuentro de la gente. Él iba a
encontrarlos. Salir al encuentro de los más necesitados.
A veces yo le pregunto a alguna
persona:
- ¿Usted da limosnas?
Me dicen: "Sí, padre".
- "Y cuando da limosnas, ¿mira
a los ojos de la gente que le da las limosnas?"
- "Ah, no sé, no me di
cuenta".
- "Entonces no lo encontró. Le
tiró la limosna y se fue. Cuando usted da limosna, ¿toca la mano o le tira la
moneda?"
- "No, le tiro la moneda"
-"Y no lo tocaste, y si no lo
tocaste, no te encontraste con él".
Lo que Jesús nos enseña es primero a
encontrarnos, y en el encuentro, ayudar. Necesitamos saber encontrarnos.
Necesitamos edificar, crear, construir, una cultura del encuentro. Tantos
desencuentros, líos en la familia, ¡siempre! Líos en el barrio, líos en el
trabajo, líos en todos lados.
Y los desencuentros no ayudan. La
cultura del encuentro. Salir a encontrarnos. Y el lema dice, encontrarnos con
los más necesitados, es decir, con aquellos que necesitan más que yo. Con
aquellos que están pasando un mal momento, peor que el que estoy pasando yo.
Siempre hay alguien que la pasa peor, ¿eh? ¡Siempre! Siempre hay alguien.
Entonces yo pienso, estoy pasando un mal momento, vengo a la cola para
encontrarme con san Cayetano y con Jesús, y después salgo a encontrarme con los
demás, porque siempre hay alguien que la pasa peor. Con esos, es con quienes
nos debemos encontrar.
Gracias por escucharme, gracias por
venir aquí hoy, gracias por todo lo que llevan en el corazón. ¡Jesús los quiere
mucho! ¡San Cayetano los quiere mucho! Solamente les pide una cosa: ¡Que se
encuentren! ¡Que vayan y busquen y encuentren al que más necesita! Pero solos
no. ¡Con Jesús, con San Cayetano! ¿Voy a convencer a otro que se haga católico?
¡No, no, no! ¡Vas a encontrarlo, es tu hermano! ¡Eso basta! Y lo vas a ayudar, lo
demás lo hace Jesús, lo hace el Espíritu Santo. Acordate bien: Con san
Cayetano, los necesitados, vamos al encuentro de los más necesitados. Con
Jesús, los necesitados, los que más necesitan, vamos al encuentro de los que
más necesitan. Y ojalá Jesús te vaya marcando camino para encontrarte con quien
necesita más.
Tu corazón, cuando te encuentres con
aquél que más necesita, ¡se va a empezar a agrandar, agrandar, agrandar! Porque
el encuentro multiplica la capacidad del amor. El encuentro con otro, agranda el
corazón. ¡Anímate! "Sólo no se cómo hacer". ¡No, no, no! ¡Con Jesús y
con san Cayetano!
Que Dios te bendiga y que termines bien el día de san Cayetano. Y por favor, no te olvides de rezar por mí. Gracias.
(*) Texto completo del
7/8/2013, extraído de NEWS.VA Sitio Oficial de la Santa Sede. Difundido en Misas -luego de la Comunión-, Parroquias, Escuelas e
Instituciones diversas.
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