“Estar unidos entre nosotros nos lleva a estar unidos con Dios, a esta
unión con Dios que es nuestro Padre. Nuestra fe necesita el apoyo de los demás,
¡especialmente en los momentos difíciles! Y si estamos unidos, la fe se hace
fuerte ¡Qué hermoso es apoyarse mutuamente en la aventura maravillosa de la fe!
Digo esto porque la tendencia a cerrarse en lo privado también ha influido en
la esfera religiosa, tanto es así que muchas veces es difícil buscar ayuda
espiritual en aquellos que comparten nuestra experiencia cristiana.”
“¿Quién de nosotros -¡todos, todos!- quién de nosotros no ha
experimentado inseguridades, desorientaciones e incluso dudas en el camino de
la fe? Todos, todos hemos experimentado esto: yo también. Todos. Es parte del
camino de la fe, es parte de nuestra vida. Todo esto no debe sorprendernos,
porque somos seres humanos, marcados por la fragilidad y las limitaciones.”