"¿Qué es la esperanza? ¿Qué es esa actitud
de la esperanza? Para acercarnos un poco, podemos decir primero que la
esperanza es un riesgo, es una virtud arriesgada".
“Se me ocurre la pregunta, ¿dónde estamos
anclamos nosotros, cada uno de nosotros? Estamos anclados allá en la orilla de
aquel océano tan alejado o estamos anclados en una laguna artificial que hemos
hecho nosotros, con nuestras normas, nuestros comportamientos, nuestros
horarios, nuestros clericalismos, nuestras actitudes eclesiásticas… no
eclesiales, ¿eh? ¿Estamos anclamos allí? Todos confortables y seguros, ¿eh?
Aquella no es esperanza ¿Dónde está anclado mi corazón, allí en esta laguna
artificial, con un comportamiento impecable de verdad ...”
“Una cosa es vivir en
la esperanza, porque en la esperanza estamos salvados y otra cosa es vivir como
buenos cristianos, nada más. Vivir a la espera de la revelación, o vivir bien
con los mandamientos; estar anclados en la orilla del más allá, o aparcados en
la laguna artificial. Pienso en María, una muchacha joven, cuando, después de
haber oído que era mamá ha cambiado su actitud y va, ayuda y canta ese cántico
de alabanza. Cuando una mujer se queda embarazada es mujer, pero no es solo
mujer: es madre. Y la esperanza tiene algo de esto. Nos cambia la actitud:
somos nosotros, pero no somos nosotros; somos nosotros, buscando allí, anclados
allí.” 29 de oct. Santa Marta. Radio Vaticana.
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