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La curiosidad, nos impulsa
a querer percibir que el Señor está aquí o allá, o nos hace decir: «Yo conozco
a una vidente, una vidente que recibe cartas de la Virgen, mensajes de la
Virgen». «Pero, vea usted, ¡la Virgen es Madre! Nos llama a todos nosotros. No
es un encargado de la oficina de correos, que envía mensajes todos los días.
«Estas novedades alejan del Evangelio, alejan del Espíritu Santo, alejan de la
paz y de la sabiduría, de la gloria de Dios, de la belleza de Dios». « ¡El
Reino de Dios está en la «acción del
Espíritu Santo, que nos da la sabiduría, que nos da la paz. El Reino de Dios no
viene de la confusión, pues Dios no habló al profeta Elías en el viento», sino
«en la suave brisa de la sabiduría». 14 de nov. Santa Marta. Vatican
Insider.
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